air pollution

Contaminación atmosférica: no se puede gestionar lo que no se mide

La contaminación atmosférica es una gran amenaza. Según la Organización Mundial de la Salud, afecta al 99% de la población mundial y representa una de las tres principales causas de morbilidad prematura, lo que provocará casi 7 millones de muertes en todo el mundo en 2022.

Hollín (contaminación atmosférica por partículas finas, PM 2,5) es uno de los contaminantes más peligrosos y muchos países de todo el mundo cuentan con normativas específicas. En Europael Plan de Acción Contaminación Cero se fijó el ambicioso objetivo de que un medio ambiente libre de contaminación nociva para 2050 y reducir a más de la mitad el valor límite anual de PM 2,5 de aquí a 2030.

El Estados Unidos ha avanzado mucho en la reducción de la contaminación atmosférica gracias a la Ley de Aire Limpio, pero unos 20,9 millones de personas siguen viviendo en zonas que superan los límites legales actuales. Hace unas semanas, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. propuso reforzar la norma anual sobre el hollín de un nivel de 12 microgramos a 9-10 microgramos por metro cúbico, lo que refleja las últimas pruebas científicas para proteger mejor la salud pública.

Sin embargo, la organización ecologista NRDC (Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales) descubrió que 118 condados de EE.UU. de los 190 con niveles medios de hollín dentro de los límites legales actuales carecen por completo de sistemas de control del hollín. "En esta zona viven más de 8 millones de personas. Esta falta de recopilación de datos locales reduce la precisión de las previsiones federales sobre la calidad del aire [...] y priva a las personas de información crucial que pueden utilizar para comprender mejor la calidad del aire local y proteger su salud", escribe el NRDC.

¿Se puede gestionar la contaminación atmosférica si no se mide? La respuesta es obviamente no.

Los gobiernos y las ciudades necesitan datos precisos, localizados y en tiempo real acerca de calidad del aire - sino también sobre la temperatura, el calor urbano, la humedad, el ruido, etc., para vigilar el cambio de las condiciones ambientales y su repercusión en la salud de las personas, al tiempo que se garantiza el cumplimiento de los objetivos y la normativa de sostenibilidad. En sensores ambientales una tecnología madura, hoy en día pueden pasar de ser simples herramientas de supervisión a la facilitadores de los procesos de toma de decisiones para unas ciudades más sanas, seguras y habitables.

 

¿Desea saber cómo los sensores medioambientales y de calidad del aire pueden contribuir a crear comunidades urbanas centradas en los ciudadanos, seguras y resistentes al cambio climático? Vea nuestro seminario web - disponible a la carta, previa inscripción gratuita, para conocer los puntos de vista de Jaromir Beranek (Ciudad de Praga), Guillermo del Campo (CEDINT-UPM, Universidad de Madrid), y Julia Arneri Borghese (Paradox Engineering).

¿Alguna pregunta? No dude en contactarnos!


urban heat

Seguimiento de las islas de calor urbanas

Más que 60 millones de personas en EE.UU. tienen una aviso de calor excesivo o aviso de calorLos meteorólogos afirman que es probable que las temperaturas cálidas se mantengan en amplias zonas del país durante todo el verano. Las olas de calor también envuelven a Europa - un claro efecto de el cambio climático y calentamiento del planeta.

Las ciudades suelen ser más cálidas que las zonas ruralesy cada vez es más importante que las administraciones locales mapa de los barrios más calientes, vigilar los indicadores clave de los riesgos sanitarios relacionados con el calor, tomar medidas y proteger a los ciudadanos y comunidades vulnerables. Sin embargo, muchas ciudades carecen de redes de estaciones meteorológicas que puedan controlar las islas de calor de forma exhaustiva, por lo que buscan soluciones alternativas para recoger y correlacionar datos sobre el calor urbano atmosférico y de superficie.

A lo largo del tiempo se han utilizado varios sistemas para este fin, entre ellos seguimiento por satélite. En la década de 1990, los datos del satélite LANDSAT TM y el software GIS se utilizaron para mapa de micro islas de calor urbanas en Dallas, Texas, lo que sugiere que la exposición al calor es significativamente mayor en los barrios de bajos ingresos y densamente poblados. Más información: proyectos de investigación recientes obtuvieron resultados similares: las zonas más pobres tienden a ser significativamente más calurosas que las más ricas en 76% de los condados urbanos de Estados Unidos.

Un equipo de investigadores de la Fundación para el Desarrollo Sostenible ha puesto a prueba en Francia un sistema alternativo de control y recogida de datos. Universidad de Toulouse. Supervisado por la investigadora de meteorología Eva Marques, su enfoque aprovecha sensores de temperatura en los coches conectados para cartografiar el calor urbano.

Tras un primer experimento en la ciudad de Toulouse, el equipo creó mapas de temperatura en varias ciudades de Europa occidental utilizando una base de datos con millones de mediciones de los sensores del coche que los fabricantes habían recogido con fines de seguro entre 2016 y 2018. Los investigadores descubrieron que podían estimar de forma fiable las variaciones de temperatura en espacios tan pequeños como 200 por 200 metros con datos de grano fino recogidos a intervalos de 10 segundos. Su método demostró ser eficaz para evaluar el calor urbano a nivel de calle, y muy beneficioso incluso en las ciudades pequeñas que carecen de redes de estaciones meteorológicas, pero que, no obstante, necesitan contar con una supervisión fiable del calor.

El crowdsourcing de datos es una nueva esperanza producir y compartir mapas con estos municipios en los próximos años", dijo Marques. El reto es garantizar la coherencia y la calidad de los datos mientras se amplían los proyectos piloto. También es crucial contar con una arquitectura sólida para la gestión y el análisis de datos, y algunas ciudades están planeando ahora integrar la vigilancia de las islas de calor urbanas en los nuevos o existentes infraestructuras inteligentes de IoT.